¿Soy
nicotina, o mi sangre es nicotina? Poco importa.
Quería
hablar de muerte y hablo de humo, de ese humo que a la vez e tan real como la
misma muerte. Poco importa.
Quise
estar a salvo del mundo, ingenua y torpe, nunca estuve a salvo de mi misma y eso
es aún peor que no estar a salvo del mundo. Poco importa.
Mi piel
esta tan fría y gris como la de un cadáver…
-Vas a
convertirte en algo tan amargo y triste, tan áspero como las colillas que
apagues.
Pero
¿Sabes que calavera? Mi piel siempre fue ceniza, mi voz siempre fue cigarro y
en mis ojos siempre hubo amargura. Poco importa.
Subo uno
a uno cada escalón hacia mi tumba, que es mi cama fría al final de que cada
noche. Con alcohol o alquitrán en las venas, con amor u odio en las manos, con éxtasis
o cuchillos en la cabeza. Poco importa.
Cierro los ojos y el sueño siempre es el mismo, y mi
realidad siempre se resume a lo que sueño.
Poco
importa.
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