Abrí los ojos en la oscuridad,la niebla que emergía de mis labios nublo mi conciencia y la sentí.
Cada milímetro de mi piel se congelaba ante ella,que suavemente recorría mi corteza. Su perfume me envolvió de tal manera que el humo mismo era ahora perfume, Su tacto se estremecía ante mi tacto.
Ella,una vez mas sentía que debía sentirla,la oscuridad y su perfume.
Sus manos eran paz,su voz inundaba mi cabeza. Mi musa,mi musa se entregaba ante mi deseo.
Su piel,su piel transparente,dulzura ácida. Su boca me llamaba entre el abismo de las consecuencias.
Ella,infinidad,pureza,palabra. Terrible y amada. Terriblemente amada.
Ella me llama y yo camino ciegamente hacia ella.
Pero el miedo,el miedo siempre consigue detenerme.