Una noche mas,vacía,oxidada,rota. Como si una gran fuerza invisible la ensuciara de angustia y terrible soledad.
En momentos así,en los que no queda mas que dejar a la música aturdir a mis sentidos para que no sean mis pensamientos los que dañen mi conciencia,en momentos así suelo preguntarme las razones de muchas cosas,y aunque se que hacer eso solo me produce dolor,busco las respuestas en lo mas profundo de mi ser,hasta que me pierdo entre mil sucesos y decisiones que me golpean con insistencia el alma.
Siento que todo lo que me produjo alguna vez felicidad se desvanece frente a mis ojos y que yo (en mi patético e inútil intento por detener aquello), solo acelero aquel proceso cruel.
Entonces el humo se esconde entre mis labios,y el alcohol enciende el sentir y apaga el pensar.Me dejo vencer,caigo ante las garras del demonio que se encuentra en mi interior,dejo que me arranque de a poco el espíritu,y salgo a perderme por las calles,buscando encontrar algo con lo que volver a llenar ese hueco,ese vacío insoportable.
Pero en mi desesperación,no hago mas que equivocarme.
Y solo caigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario