Hablamos del futuro, de la angustia, del miedo, del dolor, y en eso me transforme, le di la mano despacio y entonces cerré los ojos y entonces ya había cometido el error. No había vuelta atrás. Odio ese personaje, el de la chica lanzada, borracha y triste, ese agarrar de la mano apresurado y los pasos desesperados a casa. Ese ultimo beso extraño e incomodo en la esquina naranja que se ve por mi ventana. La resaca por la mañana y mas incomodidad. Ese besar por besar, por que si y nada mas. Esa felicidad artificial que no es mas que lastima mezclada con repulsión.
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